Nunca podemos cambiar el pasado, ni el nuestro ni el de nuestra familia. El porvenir, cuanto a él, se escabullirá pase lo que pase. Pero identificar y deshacer los nudos antiguos nos prepará mucho mejor para los días, los años venideros. Debo aceptar las fisuras de mi alma y la de mis ancestros,¡tal como el color de mis ojos!"
Gracias a Ricard Lujano.
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