lunes, 14 de noviembre de 2011

TERAPIA HUMANIZADA

La labor del terapeuta sólo es posible si es capaz de mirar a la otra persona a los ojos y reconocer en ella la misma dignidad que hay en él. No supone atender por caridad, por lástima o por negocio, sino por derecho. Porque no hay un "ellos" y un "nosotros". Todos necesitamos ayuda para crecer y evolucionar.

Atreverse a practicar amor y ternura requiere de una fortaleza real, nada que ver con la frialdad técnica que a veces disfraza nuestros propios miedos e inseguridades y nos hace vulnerables. Dependientes, como la persona que tenemos delante. Todos nos ayudamos a escribir y reescribir nuestra historia, constantemente.



Dedico este mensaje a todas las personas que en algún momento de su vida decidieron que valia la pena ayudar a otras, incluso a si mismas, a abrir los ojos y mirar en su interior.

Extraido y readaptado del prologo del libro "Apoyo psicosocial, atención relacional y comunicativa en instituciones" de Judith Andrés Sendra; socia de la cooperativa Celtadia de Zaragoza.

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